La actividad se enmarca en el programa OBI Biobío Internacional, correspondiente a un Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC.

 Comercialización y producción de hongos; artesanías en cuero de cordero, y en la singular piedra cruz, de Laraquete, fueron las historias expuestas en la “Feria Virtual de Internacionalización de Experiencias y Productos con Riqueza Cultural y Patrimonial del Biobío”, realizada por el Observatorio Biobío Internacional (OBI) de la Universidad San Sebastián Concepción.

    Ejecutado por la U. San Sebastián y financiado por el Gobierno Regional Biobío, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC, OBI Biobío Internacional USS busca entregar a la Región del Biobío una estrategia que le permita fortalecer su proceso de internacionalización. Para ello, hemos realizado el levantamiento de información con actores claves de toda la región, incluidas instituciones, organizaciones públicas y privadas, de ámbitos académicos, productivos y socioculturales, entre otros, para conocer los procesos de internacionalización que han llevado a cabo en sus respectivas áreas.

    Así lo precisó Luciano Parra, coordinador del Observatorio, al dar inicio a la actividad, que consideró las presentaciones de Rodrigo Reinoso, gerente de Koyantu Hongos; Jessica Álvarez, fundadora de Trelke Chue, residente en Curanilahue, y Lorena Aravena, artesana en Piedra Cruz, de Laraquete (ambas emprendedoras forman parte del nodo Kuyen Mapu, provincia de Arauco).

SINGULARES INICIATIVAS

Los tres empresarios, que exportan sus productos, dieron a conocer sus orígenes, las condiciones que los llevaron a crecer y, finalmente, a vender en el extranjero. En el caso de Rodrigo Reinoso, gerente de Koyantu Hongos, es biólogo y cuenta con una maestría y un doctorado por la Universidad de Concepción. Su empresa tiene un enfoque más bien social, ya que no sólo adquiere la producción de recolectores silvestres de diferentes puntos del Biobío (y la región de Los Ríos, inclusive), sino también capacita, crea productos en base a hongos y exporta.

   Jessica Álvarez, fundadora de Trelke Chue, relató que un asesor senior de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), interesado en los emprendedores de la zona, la ubicó cuando exponía sus productos, artículos de cuero, en la Plaza de Curanilahue. Le solicitó artículos, pero acorde a las expectativas y exigencias del mercado japonés.

“Desde el 2014 enviamos a Japón; contamos con certificación de origen con el apoyo de ProChile, y hemos tenido que crecer mucho. Nos faltaba tecnología, pero el año pasado obtuvimos un Premio de Fundación Luksic y, con apoyo de Sercotec, pudimos implementar un primer taller. Ahora estamos construyendo un taller más grande, que nos permita contratar más gente, ojalá mujeres, porque en Curanilahue, como todos saben, hay muchos problemas de cesantía”, expresó.

    Lorena Aravena, artesana de piedra cruz, emprendedora y exportadora, dio cuenta de su empresa familiar. “La piedra es única, se da en sólo dos países del mundo: algunas partes de España y Laraquete, Chile. Acá está a lo largo de toda la cordillera de Nahuelbuta. La recolectamos del lecho del río, con picotas, palas, para luego trabajarla en nuestro taller. Además, desde niña me ha gustado la orfebrería, así es que ha sido un trabajo redondo”, dijo. Al igual que en el caso de Trelke Chue, planifica mejorar en maquinaria, para conseguir una producción más grande y contratar a más personas, para exportar en mayor volumen.