• Francisco Montecinos es dueño de “Moksha” y uno de los 200 ganadores de la cuarta versión de Impulso Chileno, programa que le entregará acompañamiento académico y financiamiento para impulsar el crecimiento de su negocio familiar. 

 El fundador de “Moksha Kombucha”, Francisco Montecinos, contó al diario La Tribuna sobre su emprendimiento de producción de kombucha, bebida saludable que se está posicionando hace años a nivel mundial como opción a las bebidas de fantasía convencionales, a través de la fermentación de elementos naturales, para mantener un estilo de vida sustentable. 

“La kombucha es una bebida hecha con microorganismos benéficos para la flora intestinal y la digestión, que fermentan y producen esta bebida, que se descubrió hace miles de años”, explica Montecinos, quien agregó que es apta para veganos y celíacos. 

¿Cómo nació este emprendimiento familiar? El dueño de Moksha, dice que “con mi esposa y mis hijos entramos en un proceso espiritual, donde vivimos 15 años en comunidades de yoga. Luego comenzamos a salir de las comunidades para desarrollar nuestros proyectos personales, a través de cursos de yoga, bienestar y alimentación saludable en distintas instancias y hace algunos años decidí enfocarme en la fermentación de kombucha”. 

El despegue de Moksha

El emprendedor de Cabrero, de la Región del Biobío, contó que en sus inicios trasladaban las botellas en bus, ya que no tenían auto. Luego llegó el estallido social y la pandemia, lo que provocó una abrupta baja en sus ventas. “En ese momento miramos a Santiago como ciudad de elaboración para vender acá. Cuando estábamos en Cabrero hacíamos alrededor de 400 litros y hoy mensualmente son alrededor de 5.000, trabajando con distribuidoras locales en distintas regiones”.

 Con el objetivo de seguir creciendo y promoviendo una alimentación saludable, Francisco postuló a la cuarta versión de Impulso Chileno, concurso de Fundación Luksic que premia a emprendedores de todo Chile con financiamiento, clases dictadas por la Escuela de Administración UC y mentorías personalizadas, a cargo de la Corporación Simón de Cirene

“Me siento muy feliz y emocionado de haber sido seleccionado. He estado trabajando mucho en mi interior, transformando creencias limitantes y de escasez, por lo cual siento que esto es fruto de ese trabajo”, reflexiona el emprendedor, quien con el premio económico busca invertir en infraestructura, tecnificar algunos procesos de la línea productiva, mejorar packaging, y algunas materias primas con el principal objetivo de aumentar la capacidad productiva y de stock para llegar a más personas. “También esperamos a futuro trabajar con más personas, ya que actualmente solo estamos mi esposa y mis hijos, y así brindar oportunidades laborales y aportar a la economía local”, dice Francisco.