- “Una experiencia enriquecedora de mucho aprendizaje y un vínculo de reciprocidad”. Con esas palabras, mentores del programa Impulso Chileno describen el proceso de acompañamiento que reciben los ganadores del concurso. Conversamos con cuatro de ellos para conocer sus experiencias y cuáles son sus evaluaciones sobre el programa.
Papel y lápiz, pantallas conectadas y un plan de trabajo. De esa forma, Evelyn Peña, mentora de Impulso Chileno y subgerenta de marketing de CCU, describe las reuniones que realiza cada dos semanas junto a la emprendedora Nathalie Pacheco, donde establecen los desafíos y pasos a seguir para ejecutar su negocio. “Ayudo a Nathalie a encauzar sus ideas. Cuando partí pensé que iba a aportar con números, pero la verdad ha sido más bien un aporte de escucha activa para entender sus necesidades, guiarla y prepararla haciéndole las preguntas necesarias para que ella pueda tomar las mejores decisiones”, relata Peña.
Desde 2018, el área de Emprendimiento de Fundación Luksic lanza su concurso anual, Impulso Chileno, que busca apoyar a emprendedores formalizados de todo el país para potenciar sus negocios. Con el objetivo de entregar un apoyo integral, todos los ganadores reciben un premio de tres componentes: financiamiento para invertir en sus negocios, capacitaciones durante seis meses con la Escuela de Administración de la Universidad Católica y mentorías personalizadas a cargo de la Corporación Simón de Cirene.
María Paz Edwards, jefa del área de mentorías de la Corporación Simón de Cirene, explica que los mentores son una pieza fundamental y por esa razón la selección de los mismos es clave. La corporación realiza un “match” entre los emprendedores ganadores y los mentores convocados a participar de acuerdo a sus intereses y experiencias. “Desde la información que el emprendedor entrega y declara como necesidad, se busca a quien tiene la experiencia, conocimiento y lo más importante a quién será capaz de escuchar y empatizar con una realidad que en la mayoría de las veces es distinta. Y ahí nuestro anhelo como Simón de Cirene es aspirar a ser un puente que vincule estas dos realidades”, explica Edwards.
En las cuatro versiones del programa, entre 2018 y 2021, han participado más de 350 mentores, quienes son especialmente seleccionados por sus conocimientos y experiencias en distintas materias como finanzas, administración de negocios, marketing y ventas, entre otras. Cada ganador del concurso recibe el asesoramiento y compañía de un mentor o mentora, durante los seis meses que dura el programa académico.
Incorporación del Grupo Luksic a la red de mentorías
A partir de la tercera versión de Impulso Chileno, el área de Emprendimiento de Fundación Luksic promovió la participación de ejecutivos de empresas vinculadas al grupo Luksic dentro de la red de mentorías, quienes han demostrado un real compromiso para colaborar con los emprendedores desde sus áreas de expertise. Provienen de distintos rubros y empresas como Antofagasta Minerals, CCU, Enex y Saam, entre otras.
Experiencias
En Impulso Chileno IV, donde se premió a 200 emprendedores, el 50% de los mentores (100) trabajan en algunas de las empresas del grupo Luksic. Carolina Rojas, subgerente de medios digitales de CCU, dice que es muy especial el vínculo de reciprocidad que se genera: “Muchas veces un pequeño consejo puede hacer una gran diferencia en un negocio. Finalmente el mayor valor es poder conversar e intercambiar ideas acerca del negocio y así ir buscando oportunidades”, afirma.
Juan Cristián Costella, Jefe de Zona Estaciones de Servicio de Enex S.A., cuenta con orgullo como su mentoreada, Camila Almarza, ha avanzado con su emprendimiento. “Me encanto la experiencia de acompañar a Camila en Isla Pattiserie porque es su proyecto que con mucho esfuerzo ha sacado adelante. Con el apoyo de Impulso Chileno ha podido ir cumpliendo sus sueños. Lo que más rescato es poder conocer personas así y que uno pueda acompañar en su proceso gracias a estas instancias”.
Así como ellos, son cientos los mentores que han acompañado a los emprendedores en esta etapa de aprendizaje y crecimiento, relación que incluso sigue fortaleciéndose una vez finalizado el programa académico. Cómo mencionan desde la Corporación Simón de Cirene “acompañando con afecto, se logran los efectos”.