FEDUSAL 21. Miguel Valencia Zambrano fue uno de los ganadores del Concurso Impulso Chileno con su sal de mar sazonada.
¿El premio? 10 millones de pesos y formación académica en la PUC.

El esfuerzo rinde fruto. Esta frase bien puede representar a Miguel Valencia Zambrano, un temuquense que hace poco más de un año y medio tomó una decisión drástica: renunció a su trabajo y decidió emprender, impulsado por la necesidad de contar con mayor disponibilidad de tiempo para atender las necesidades especiales y médicas de su hijo Juan Eduardo, aquejado de múltiples enfermedades. La última, un cáncer diagnosticado hace seis meses.

Hoy, tras un camino de atrevimiento, caídas y levantadas, cuenta con orgullo que con Fedusal 21 fue uno de los ganadores del Concurso Impulso Chileno, una iniciativa de la Fundación Impulso Inicial de la familia Luksic, en alianza con Socialab, la Escuela de Administración UC y Simón de Cirene, que busca dar una oportunidad de progreso a quienes tienen una idea de negocio o emprendimiento.

De hecho, fue el mismo Andrónico Luksic -uno de los promotores del certamen- quien le entregó el galardón que lo acredita como uno de los 20 ganadores del Primer Lugar en Chile. “El premio es de 10 millones de pesos para realizar proyectos, además de formación académica de 6 meses con la Pontificia Universidad Católica de Chile que comienza en marzo con clases intensivas”, explica -orgulloso- el emprendedor.

¿Qué hará con los 10 millones de pesos? Según explica Valencia, eso quedó estipulado al momento de postular. Y en su caso, apunta al mejoramiento de maquinarias. “La idea es comprar hornos industriales, mezcladoras, mejoramiento y ampliación del taller, además de insumos y equipamiento para la elaboración de la sal de mar gourmet sazonada”, sostiene.

El objetivo, plantea, es poder aumentar la producción, pasando de envasar 500 kilos mensuales a 1.500. “Hoy estamos en 42 locales en Chile y hay otros 60 que están stand by porque la capacidad de producción no nos da. Queremos cerrar 2020 con 124 locales en todo el país y 12 en Buenos Aires distribuyendo nuestros productos”, afirma.

Emprender

Valencia cuenta que todo inició en redes sociales. “Yo consumo sal de mar y me quedaban 2 kilos, los ofrecí en Facebook y me los compró la señora Susana Yáñez, mi primera clienta; luego encargué 50 kilos de sal y los vendí; después 100 kilos y los volví a vender. Ahí pensé que tenía que sacar resolución sanitaria, buscar un logo, envases y todo lo demás”, señaló el emprendedor temuquense.

Hoy Fedusal 21 ofrece sal de mar gourmet sazonada con más de 17 diferentes especias. “Es la única certificada en Chile y tiene 0,25% de humedad. Tenemos una gran variedad de formatos entre los que cuentan molinillos bajos, altos, bolsas doypack de 250 gramos, de medio kilo y de un kilo y también tienen tres granulaciones distintas: gruesa para molinillos, parrillera y fina para restaurantes”, enumera.

Entre sus “joyitas” se cuenta la sal de cabernet sauvignon que es elaborada con un vino Doña Dominga de Viña Casa Silva, uno de los más premiados de los últimos años, y que es la única en Chile de este tipo “Además tenemos una sal campeona sudamericana, que es la mix de especias, que ganó con el mejor estomaguillo y el mejor pescado”, menciona.

Valencia remarca que fue el amor a su hijo el que lo motivó a cambiar su vida laboral. “Y en un año y medio, Fedusal se ha convertido en la preferida de parrilleros de todo Chile”, enfatiza.