Artesanía y muebles con maderas recicladas, plantas medicinales y mermeladas de sabores exóticos son algunos de los emprendimientos que sacan la cara por Puchuncaví. Las historias de emprendedores suelen parecerse: ocurran en un pequeño pueblo de la India o en cualquier ciudad de Chile, porque siempre hay esfuerzo, dedicación y fracasos iniciales que se remontan con éxito. Y en el caso de Puchuncaví, hay varios emprendimientos liderados por mujeres que partieron a nivel local para luego tener alcance regional e incluso nacional, gracias a productos de calidad y también innovadores.

Ruth Castillo, propietaria de Recover, pyme de artesanía y muebles de madera reciclada en Las Ventanas, cuenta que “mi emprendimiento nació en un momento de mucha necesidad en mi casa. Tenía un trabajo estable, pero me enfermé de la columna y mientras estaba con licencia mi marido quedó cesante. Empezamos a ver qué hacíamos y decidimos recolectar cajas de madera en la feria y en los negocios. Solamente contábamos con una lijadora y un semi-cho manual. Así comenzamos el negocio de la artesanía, lo cual hizo que partiera Recover, que es mi emprendimiento y significa recuperar. Una basura, algo que estaba botado, nos dio de comer”.

La iniciativa recibió el premio Impulso Chileno 2018, concurso para emprendedores convocado por Andrónico Luksic. “Fue un sueño y la experiencia más linda que he vivido. Aparte del premio en dinero, tuvimos la asesoría de la Universidad Católica, con clases por seis meses”, cuenta Ruth.

Muebles, juguetes, artesanía y cajas de regalos, entre otitis productos hechos con madera reciclada ofrece Recover, a lo que actualmente, debido al aumento de los desayunos a domicilio, se han sumado las bandejas. “Nos hemos reinventado, porque tuvimos que cerrar el local en marzo, pero en mayo comenzamos a recibir pedidos y desde ahí nos hemos parado, con pedidos desde acá y desde Santiago y el sur”, agrega.

HIERBAS QUE SANAN

Marcia Poblete es dueña del Vivero Medicinal Santa Teresita de Puchuncaví, dedicado a plantas medicinales y cuya fama ha trascendido las fronteras comunales. “Todo partió -cuenta- buscando medicinas alternativas, porque los medicamentos, aparte de ser caros, a veces provocan daños colaterales por decirlo de alguna forma. Mi idea es ofrecer una alternativa más sana agente que tiene pocos recursos. Por esa misma necesidad que yo tuve de comprar medicamentos y no encontrar una farmacia, se me ocurrió este emprendimiento, recordando mi infancia, cuando mi mamá nos daba solamente hierbas para curar fiebre, resfiíos o dolores de estómago. Hice una lista de hierbas medicinales y hace seis años lancé mi proyecto a la Dirección de Desa’tollo Comunal. A los días me llamaron para decirme que la Universidad de Valparaíso se había interesado, porque era un proyecto viable y novedoso.

“De esa forma empezó nuestro vivero -agrega- y después empecé a incursionar en la medicina mapuche. También comencé a buscar hierbas que no estaban en la zona, investigando y buscando. Y lo último que hemos estado haciendo es la producción de estevia. Quisiéramos llegar a ser productores de estevia en la zona”.

El Vivero Medicinal Santa Teresita cuenta con alrededor de 350 hierbas medicinales. “Las hierbas son lentas, igual que la homeopatía, pero si la persona es constante, puede obtener resultados que a veces no consigue con la medicina tradicional. Nosotros decimos que es medicina alternativa”, dice Marcia Poblete. “Las plantas se venden pequeñas y la idea es que los compradores, quienes reciben un curso de introducción a las hierbas medicinales, armen su propio huerto. Hay mucho interés desde fuera de la región, incluso nos escriben desde Brasil y Argentina, pero por el tipo de productos es dificil hacer encomiendas, así que hemos mandado solo a Valparaíso y Viña”, agrega .

DULCE TIERRA

Elba Fernández trabaja hace más de 20 años elaborando mermeladas, pero recién desde el 2014 se dedica exclusivamente a este negocio con su emprendimiento denominado Dulce nerra, que se ubica en la localidad de Campiche: “Yo tengo un pequeño huerto y la mayoría de las frutas con las que hago las mermeladas las cultivo yo misma. Tengo papayas, damasco, naranjas, ciruelas e higos. Los berries los compro”.

Dulce Tierra ofrece mermeladas tradicionales y otras más exóticas como las mermeladas de feijoa, la fruta de la eterna juventud y una línea gourmet que incluye mermeladas de cebollas al vino tinto, ajíes con mango, pimentón y cebolla con piña.

Elba Fernández, premiada a nivel comunal como emprendedora y microempresaria, trabaja con créditos de INDAP y ha estado en la Feria Costumbrista de Puchuncaví y en Cerros de Sabores en Valparaíso, representando ala comuna en distintos eventos nacionales. Además, a través de un programa de Sernam estuvo con sus productos en una cadena de supermercados y empresas de la zona han comprado sus mermeladas como regalos corporativos.