De Copiapó y Caldera provienen las dos emprendedoras regionales que triunfaron en el concurso Impulso Chileno IV, quienes pertenecen al 55% de las mujeres ganadores de esta versión. La iniciativa de Fundación Luksic premiará en esta opoprtunidad a 200 emprendedores de todo el país con financiamiento, clases dictadas por la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile y mentorías personalizadas, a cargo de Simón de Cirene.
Una de las ganadoras es Claudia Rodríguez con su emprendimiento ‘Belleskin’, un salón de belleza ubicado en Copiapó donde se entregan diversos servicios como manicure, pedicure y tratamientos faciales.
Después de 14 años de trabajar en el servicio público como asistente social, esta emprendedora, quien también tiene el título de esteticista profesional, optó por emprender después de pasar momentos difíciles en su trabajo. Antes del estallido social en octubre de 2019, Claudia había abierto un salón de belleza en el cual trabajaba después de su horario de trabajo, pero este proyecto naufragó tras las protestas sociales y la llegada del Covid. “Cuando pasó eso me prometí a mí misma que iba a volver a abrir”, recuerda Claudia. Y así lo hizo. Dos años después decidió que era el momento de volver a emprender contratando a tres manicuristas.
“Es un salón chiquitito y quise darle énfasis a las uñas que es la tendencia actual. Hoy día tengo cinco manicuristas y tenemos mucha demanda”, comenta orgullosa de lo que ha logrado en estos ocho meses de emprendimiento y con proyecciones de abrir pronto otra sucursal con el apoyo de Impulso Chileno.
Cuenta que fue una de sus manicuristas, quien la motivó a postular. “El hecho de que haya salido favorecida, todavía no me lo creo”, confiesa la emprendedora
Otro de los emprendimientos regionales que fue seleccionado fue el de Catherine Barrales con su almacén Gayaso, ubicado en Caldera. Un emprendimiento que partió en 2020, pero que en la mente de esta emprendedora, que trabajó durante 14 años como auxiliar de aseo, se había gestado cuatro años antes. “Estaba con la idea de independizarme para estar más cerca de mis hijos de 13, 8 y 3 años, que tenían en ese entonces. Sentía ese vacío de perderme las fechas importantes, su cumpleaños, y como mamá quería estar cerca de ellos”, relata.
La decisión de emprender de Catherine, nacida y criada en Caldera, fue catapultada por la no renovación de la licitación de la empresa para la cual trabajaba y la llegada de la pandemia. Separada y con tres niños debía asegurar el sustento de su familia, así que partió arrendando un local con casa, pero a los 5 meses se tuvo que cambiar. Comenzó a ahorrar, sus padres le ofrecieron construir un local en su casa y cuando ya estaba instalada, un primo le sugirió postular a Impulso Chileno. Catherine obtuvo con su emprendimiento el monto mayor del premcio financiero, con el que ampliará su local, instalará cámaras y amoblará su negocio.
“Estoy muy contenta de haber ganado Impulso Chileno, es como una emoción tan grande que la tengo a flor de piel, porque están confiando en uno y creen en mi proyecto. Algo debo estar haciendo bien y eso es muy emocionante”, destaca.
“Sabemos que han sido tiempos desafiantes, por eso en esta nueva versión de Impulso Chileno duplicamos el número de ganadores, para continuar potenciando a más emprendedores a lo largo y ancho de Chile. Felicitamos la dedicación y energía de los postulantes, son un ejemplo inspirador para todos y todas”, comentó Álvaro Ipinza, gerente general de Fundación Luksic.