• Durante sus viajes por trabajo, Jesús Rodríguez, ganador de la tercera versión de Impulso Chileno, notó la falencia que había en material didáctico y educativo para enseñar la lengua mapudungún o mapuzugun y creó un emprendimiento para cubrir esa necesidad que hoy está presente en 50 escuelas

“Mi desafío es llegar a muchas escuelas, que los niños aprendan jugando y logremos mantener viva nuestra cultura”, así define Jesús Rodríguez el objetivo de su negocio, “Didácticos Sur”. Con este emprendimiento Rodríguez se convirtió en uno de los 100 negocios ganadores de la tercera edición de Impulso Chileno, concurso de Fundación Luksic que premia a emprendedores con financiamiento y acompañamiento académico desde el 2018.  

Este emprendedor vive hace más de 15 años en Villarrica, pero por su anterior trabajo viajaba frecuentemente a Chiloé donde visitaba distintos establecimientos educacionales de la zona, de los cuales cerca de 120 son bajo la modalidad unidocente, donde un solo profesor enseña a estudiantes de distintos niveles todas las materias. 

“Fue en esos viajes que noté que había una dificultad para que los alumnos aprendieran la lengua mapuzugunwilliche, que significa ‘gente del sur’. Y me centré justamente en este territorio, porque son quienes tienen menos acceso a estas oportunidades”, cuenta Rodríguez. Así, decidido a mantener vivas las tradiciones y cultura mapuche del sur creó “Didácticos Sur”.

“Confeccionamos material didáctico para la educación intercultural. En un principio los productos los pedíamos a Santiago. Hoy, eso quedó en el pasado y elaboramos nuestro propio material con insumos, en su mayoría del propio territorio, y con apoyo de las personas y artesanos de la región. Esto gracias a que con el premio de Impulso Chileno pudimos adquirir máquinas para desarrollar el trabajo en casa”, explica Jesús. 

A través de material para aprender matemáticas y lenguaje, instrumentos musicales, mapas y láminas, este emprendedor busca mantener viva las tradiciones y lenguas de la cultura mapuche. 

Otros de los productos significativos del negocio, son muñecos “tañi reñma” que significa ‘mi familia’, para que los niños y niñas puedan reconocer los términos de parentescos e identificar los roles y visión que tienen de su grupo familiar. “Con esto buscamos generar identidad. Además, nosotros no le ponemos cara a los muñecos con el fin de que sean ellos mismos los que hagan este trabajo de identificación”, explica el emprendedor. 

Terminar un material puede demorar entre 7 a 12 meses. Cada elemento es probado en el aula, se evalúa su impacto, cómo se desenvuelven los estudiantes y qué cosas se pueden modificar. “Es un ensayo-error. Es la única forma de saber que lo que queremos crear realmente va a servir de utilidad y para apoyar en el proceso educativo de cada niño”, asegura el dueño de Didácticos Sur. 

El ganador de la tercera versión de Impulso Chileno cuenta cómo el programa le sirvió para potenciar su negocio y aterrizar sus ideas. “De partida, yo no podía creer cuando me notificaron que era parte de los 100 ganadores. Este concurso es una tremenda oportunidad, no solo por el dinero, sino todo el acompañamiento y la gente que te ayuda en cada paso, como los profesores y mentor”, dice Jesús.

Agrega que “mi mentor, Enrique Swett, una extraordinaria persona y sub gerente de Soporte Comercial y Servicio al Cliente  de Enex, me ayudó a aprender a ver esto como un negocio y a soñar en grande. Además, las clases impartidas por la Universidad Católica sirven para llevar a papel, a la teoría y práctica todo lo que uno sabe por ensayo-error. Es realmente un apoyo integral”. 

Los productos de Didácticos Sur, que los puedes encontrar en www.didacticossur.cl, están presentes actualmente en 50 escuelas, principalmente en Chiloé. El ganador de Impulso Chileno apunta a llegar a cerca de 200 establecimientos de la Región de Los Lagos y extender los lugares de comercialización, por ejemplo, vender sus productos en las tiendas de los aeropuertos.